Finca la Lluvia is a 34 acre farm in the western highlands of Puerto Rico. Western Puerto Rico, along with the island of Ayití (Hispaniola) formed the core land base of Taino culture. Located in Barrio Indiera Baja, Maricao, the land is at 3000 feet of elevation, in the heights of the cordillera. There are three neighboring barrios named Indiera (Alta, Baja & Fría) or "place of the Indians" after the indigenous people who found refuge here from the violence, land theft and forced labor of the Spanish invaders, and a home base from which to resist.
Escaped enslaved Africans and poor European migrants also settled in the mountains, living from slash and burn farming, moving from one patch of forested land to another. In the mid-19th century, landholders began to carve plantations out of what had been a wild commons, and planting coffee for export. Coffee harvested in the highlands was carried to the coastal town of Yauco on mule trains, where it was cleaned and roasted. Yauco coffee was considered the best in the world, supplying the Vatican and banker J.P. Morgan. But the workers on those plantations were paid barely enough to let them eat, and the privatization of the land forced more and more people into that kind of exploited labor. In 1868, angry at the growing power of Spanish merchants, criollo landholders in western coffee producing towns organized an uprising against Spanish rule, known as the Grito de Lares. Demands also included abolition of slavery and an end to repressive passbook laws. One of the leaders was Matthias Brugman, a secret Jew whose family had migrated from the Netherlands to Curaçao, to New Orleans and finally to the western Puerto Rican town of Las Marías. The uprising was put down, and Brugman was killed only a few miles from Finca la Lluvia. In 1951, a young New York born Puerto Rican woman named Rosario Morales and her Ukrainian Jewish husband Richard Levins, newly married and blacklisted as communists, came into these mountains looking to buy land as a way to survive the McCarthy years. They bought a 90 acre abandoned coffee farm from Gregorio Pla, a local agronomist. They sold most of the property cheaply to local people, and helped organize an agroindustrial cooperative of small farmers. They were joined on the land by Jane Speed, a white Alabama communist organizer, with her husband César Andreu Iglesias, a prominent journalist and labor leader, her mother, Mary Craik Speed and her young son Nico. After Jane's death in 1958, the family returned to SanJuan. Dick, as he was known, was a brilliant scientist, a mathematical biologist and ecologist. Sari was a widely curious feminist artist and intellectual, who studied botany, anthropology, philosophy of science, women's crafts, and many other topics. She painted, drew, made woodcut prints, quilts, and other fabric and fiber art. In 1954, their first child, Aurora, was born, followed by Ricardo in 1956 and Alejandro in 1965. Dick was a leading figure of the Puerto Rican left. He taught biology at the University of Puerto Rico in Río Piedras and Marxist thought in study groups near campus, was an editor of the left journal La Escalera, and beginning in 1964, helped to build revolutionary science in Cuba, training and collaborating with generations of Cuban ecologists. Sari found the sexism of the movement infuriating and tiring, and focused on her own creative and intellectual work in Indiera. It was not until the family relocated to the United States that she came into her own in the Women's Liberation and anti-war movements and other kinds of activism. In 1966 Dick was denied tenure at UPR because of his political views and actions, and in 1967 our family left Indiera for Chicago. Aurora has lived in Northern California, Ricardo has lived in Minneapolis and Alejandro in California and then Western Massachusetts. Between us, we have five descendants. Since our departure, we've returned to visit many times, sometimes for several months at a time. This is the first time any of us is returning to live on the land. |
Finca la Lluvia es una finca de 34 acres en las montañas occidentales de Puerto Rico. El oeste de Puerto Rico y la isla de Ayiti (Hispaniola) formaron el corazón y base territorial de la cultura Taino. Ubicado en el Barrio Indiera Baja de Maricao, el terreno está a 3000 pies de elevación, en las alturas de la cordillera. Hay tres barrios vecinos nombrados Indiera (Alta, Baja y Fría) o "el lugar de los indios," por la gente indígena que se refugió aquí de la violencia, robo de terrenos y labor forzado de parte de los invasores españoles, y una base desde donde resistir.
Africanos esclavizados y escapados, e inmigrantes pobres europeos también se establecieron n las montañas, viviendo de la agricultura de roza y quema, moviendo de una parte del bosque a otra. En en medio del siglo 19, los terratenientes empezaron a forjar haciendas de lo que había sido terreno silvestre, de uso comunal, y sembrar café para exportar. El café cosechado en la cordillera se transportaba al pueblo costero de Yauco en caravanas de mulas, donde se limpiaba y tostaba. El café yaucano se consideraba el mejor del mundo, abasteciendo al vaticano y al banquero J. P. Morgan. Pero a los trabajadores en esas haciendas se les pagaba apenas suficiente para permitirles comer, y la privatización de la tierra forzó a más y más campesinos a hacer ese tipo de trabajo explotado. En 1868, enfurecido por el creciente poder de los comerciantes españoles, los hacendados criollos en los pueblos cafeteros del oeste organizaron una rebelión contra el dominio español, conocido como el Grito de Lares. Sus demandas incluyeron la abolición de la esclavitud y del sistema opresivo del sistema de la libreta. Uno de los líderes era Matthías Brugman, un judío secreto cuya familia había migrado desde los Países Bajos a Curaçao, a Nueva Orleans y finalmente al pueblo de La Marías en el oeste de Puerto Rico. La rebelión fué derrotada y mataron a Brugman a sólo unas millas de Finca la Lluvia. En 1951 una joven puertorriqueña nacida en Nueva York, e nombre Rosario Morales, y su esposo judío ucraniano, Richard Levins, recién casados y en la lista negra por ser comunistas, llegaron a estas montañas en busca de una finca para comprar como manera de sobrevivir los años del macartismo. Compraron una finca de café abandonada, de 90 cuerdas, de Don Gregorio Pla, un agrónomo local. Se sumaron, em la finca, Jane Speed, una organizadora comunista blana de Alabama, c on esposo CésarAndreu Iglesias, un periodista reconocido y líder sindicalista, la madre de Jane, Mary Craik Speed, y su joven hijo Nico. Después de la muerte de Jane en 1958, la familia regresó a San Juan. Dick, como fué conocido, era un científico brillante--biólogo matemático y ecólogo. Sari era una feminista con curiosidades artísticas e intelectuales amplias. Estudió la botánoca, la antropología, la filosofía de la ciencia, artes tradicionales femeninas y muchos otros tópicos. Pintó, dibujó, hizo xilografías, arte en tela acolchada y tras formas de arte textil y de fibras. Su primer hija, Aurora, nació en 1954, seguida por Ricardo en 1956 y Alejandro en 1965. Dick fue una figura importante de la izquierda puertorriqueña. Enseño biología en la Universidad de Puerto Rico en Río Piedas, y el marxismo en seminarios informales cerca del campus, fue un editor de la revista La Escalera, y empezando en 1964, ayudo a construir la ciencia revolucionaria en Cuba, entrenando y colaborando con generaciones de ecólogxs cubanxs. Para Sari, el sexismo del movimiento la ejo enfurecida y cansada, y se enfocó en su propio trabajo creativo e intelectual en Indiera. No fue hasta que la familia se trasladó a los Estados Unidos que encontró su lugar dentro del movimiento por la liberación de la mujer, el movimiento contra la guerra en Viet Nam, y otros tipos de activismo. En 1966, la Universidad de Puerto Rico le negó la permanencia a Dick por sus opiniones y acciones políticas, y en 1967 nuestra familia se fue de Indiera para Chicago. Aurora ha vivido en el norte de California, Ri ardo en Minneapolis, Alejandro en California y luego el oeste de Massachusetts. Entre lxs tres tenemos cinco descendientes. Desde nuestra partida hemos regresado muchas veces para visitar, a veces for varios meses a la vez. Esta es la primera vez que alguna de nosotrxs ha regresado para vivir en la finca. |